Triste pero cierto, el mejor amigo del hombre ya no es el perro, para nada!
Durante años hemos “humanizado” a los animales, y con ello no me refiero a quererlos y cuidarlos como se merecen, sino a otorgarles un papel en nuestra vida que no les corresponde. Hacen de amigos íntimos, de pareja, de hijos … Y es cierto que nos acompañan, pero ni son ni podrán ser nunca nada de eso.
Porque un perro es un perro, y no tiene el componente humano, por más que nos empeñemos.
Ese fenómeno refleja la profunda soledad de nuestra sociedad actual, y la dificultad para sostener relaciones personales, y se gestó a lo largo de años.
Y ahora parece que estamos humanizando ChatGPT, algo verdaderamente siniestro. Por supuesto que debemos utilizarlo, y claro que es una base de conocimiento, casi infinita, a golpe de clic. Es una herramienta muy útil, que aprende rápido y nos ayuda en nuestro trabajo, o a organizar un viaje, a conocer la mejor receta del gazpacho, etc.
Pero ChatGPT no es “nadie”, y aunque nos sintamos inmensamente solos, no podemos pretender que sea nuestro amigo ni confidente, no digamos nuestra pareja (imposible olvidar la película Her).
Y todo esto lo digo por una razón fundamental. Para las necesidades más profundas necesitamos a alguien de carne y hueso, con criterio propio, que respire. Necesitamos a ese “alguien” que no esté programado para aprender, sino para sentir y aconsejar, no ejecutar.
¿O acaso se nos está olvidando?
A veces pienso que estamos perdiendo el norte magnético…